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viernes, marzo 07, 2014

Entrevista con Vicente Escobio García, micólogo


Vicente Escobio Garcia 1814 1

“En Canarias sí hay setas venenosas”, dice el presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria durante la entrevista que protagoniza para la sección “Cita con Canarias”, recordando, además, que en el archipiélago sí hay setas venenosas y que la Amanita phalloides abunda en Tenerife. [Versión íntegra de la entrevista publicada en la edición impresa de PELLAGOFIO nº 16 (2ª época, enero 2014)].
En Canarias sí hay setas venenosas; sólo en Gran Canaria hay al menos ocho especies mortales
Por YURI MILLARES
Fotografías de TATO GONÇALVES

Sucesor de Pedro Lezcano como presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria, este biólogo experto en setas se patea cada fin de semana los montes o barrancos de alguna de las islas del archipiélago. El colectivo que preside ya ha descubierto y publicado casi 300 especies de hongos que no se habían citado hasta ahora para Canarias. Pero, además, han identificado nuevas especies para la ciencia que están a punto de publicar, como un hongo que sale en los frutos del barbusano y dedicarán a Lezcano y una criada o trufa del desierto, que en Montaña Alta llaman “papa tumba”, y dedicarán al fallecido micólogo italiano Mauro Innocenti.
–¿Cuántos años pateando las islas en busca de setas?

–Realmente vengo a ser la cabeza de un equipo de más gente. Pero ya llevo unos añitos, por lo menos 30.
–¿Empezó con Pedro Lezcano?

–No, yo empecé en la universidad, no tenía ni idea; pensaba que un tajinaste era una tunera. Yo era urbano, pero cuando me fui a Tenerife empecé a conocer el monte. En Biología me gustó la Botánica, fue para mí un descubrimiento, empezamos a salir de campo y enseguida vinieron las setas.
–¿Y en todo este tiempo, cuántas ha descubierto por su cuenta o con el colectivo micológico, como nuevas en las islas?


Vicente Escobio García, biólogo experto en setas y hongos de Canarias.
–Lo que nosotros hemos publicado, sobre todo en nuestro boletín Cantarela, son más de 300 especies en todas las islas. En El Hierro, por ejemplo, 130 que no se habían citado antes en esta isla. O en Gran Canaria 108 ahora mismo. También tenemos nuevas citas para la ciencia, pero las estamos preparando todavía porque trabajamos con gente de fuera. Por ejemplo, un hongo que sale en los frutos de los barbusanos y que ya sabemos seguro que es nueva especie para la ciencia lo trabajamos con un micólogo alemán que ya nos dijo que sí, que es nueva, ha hecho los trabajos con ADN y nuestra intención es dedicársela a Pedro Lezcano. Está a la espera de que la publiquemos para que sea oficial.
–Las setas son hongos, pero ¿…los hongos qué son?
–Los hongos antes eran vegetales, después fueron el reino Fungi y ahora están englobados en tres reinos por lo complejos que son. Pero básicamente, los que nosotros vemos por ahí pertenecen al reino de los hongos, Fungi.
–¿De qué número de especies estaríamos hablando en Canarias?
–Depende de la isla, La Palma y Tenerife tienen 1.400 especies y no han La Palma y Tenerife tienen 1.400 especies y no han alcanzado todavía su techo, sobre todo Tenerife, porque es muy grande y tiene muchos hábitats y biotopos que no tiene La Palmaalcanzado todavía su techo, sobre todo Tenerife, porque es muy grande y tiene muchos hábitats y biotopos que no tiene La Palma, especialmente la vertiente sur. Tenerife va a dar que hablar. Nosotros tenemos ya sobre las 600 especies en Gran Canaria, que está bien. Tenemos muchas dificultades en la isla por el clima, que a veces es muy cálido y hay años que trabajas muy poco en algunas zonas por culpa de eso.
–¿Es una cantidad “normal” para un territorio, similar a lo que hay en Galicia o Cataluña, o en Portugal o Francia?

–Son las mismas especies que en Europa y Norte de África, sobre todo el Mediterráneo y en cuanto al número depende del territorio del que estemos hablando.
–Estamos teniendo un invierno especialmente lluvioso en Canarias, seguro que nuestros bosques se van a llenar de setas. ¿Es época propicia para nuevos hallazgos?

–Sí. En el trabajo que hacemos cada día, no de monte sino en el laboratorio, solemos encontrar, al menos, una cita nueva para Gran Canaria de las 8 ó 10 especies que trabajamos en ese momento; y muchas veces hay una cita nueva para Canarias. Nos rinde el trabajo, pero eso quiere decir que nos queda mucho por hacer, no que seamos buenos. Hay poco hecho todavía.
–Seguro que muchos aficionados se van a poner morados a comer setas. ¿Cuáles de las setas comestibles más populares podemos encontrar aquí?

–Gran Canaria es el reino de la seta de cañaheja (Pleurotus eryngii var. Ferulae), que se confunde con la seta de cardo europea, que aquí no hay. Se pueden coger cientos de kilos y seguramente en una temporada buena podemos hablar de un par de miles de kilos sin parecer pescadores, esto es, sin ser exagerados. Es la seta más popular, es muy abundante. Y en Tenerife, el níscalo quizás sea la más recolectada, y algún Tricoloma, Boletus
–También es época propicia para las venenosas, como la temible Amanita phalloides. Se ha citado para Canarias en fechas más o menos recientes, ¿no se conocían antes?
–Básicamente es porque no se caminaba tanto. En Gran Canaria es más rara de ver, tirando a “bastante rara de ver”. Pero en el norte de Tenerife es muy abundante, tanto que un señor del norte de la isla se la comió y estuvo hospitalizado y ha habido que hacerle un trasplante de hígado.
–Es mortal.

–Sí, es mortal. Lo que pasa es que hoy en día la medicina tiene bastante calidad, afortunadamente. Y en una región como la nuestra, que no somos muy aficionados (entre comillas, porque las redes sociales y la globalización también nos ha llegado con eso), tú llegas al hospital y dices que has comido setas y los protocolos que te aplican enseguida funcionan bien.
–Pero que alguien coma una Amanita phalloides, una seta tan singular como para ser bien conocida y reconocida, ¿puede ser por error o es una curiosidad de “probar a ver qué pasa”?

-Es un error tremendo, es difícil pensar con qué seta se ha podido confundir, pero ocurre.
–Porque es una seta muy bonita.

–Sí, muy bonita. Pero yo todavía no sé… bueno, yo creo que es porque no tienen ni idea. Por cierto, que Amanita phalloides está muy relacionada con Pedro Lezcano, porque él participó en el descubrimiento de la especie [en Canarias]. La seta La Amanita phalloides está muy relacionada con Pedro Lezcano, porque él participó en el descubrimiento de la especie [en Canarias]
la encontró Diego Martínez de la Peña, letrado del Parlamento regional y compañero nuestro de la Sociedad Micológica, en la época en que Pedro Lezcano era diputado regional. Se la llevó a la Cámara en una caja de zapatos porque había sesión y Pedro Lezcano se volvió loco. Creo que “medio se saltaron” la sesión parlamentaria y se fueron al monte a buscar más. Y después le dijo a Diego que la llevara al Departamento de Botánica [de la Universidad de La Laguna] para que la citaran y dieran aviso de su existencia en la isla.
–Que fue la primera vez que se citó para Canarias.

–Sí. Pero ahora es abundantísima en Tenerife, una cosa muy curiosa.
–¿De dónde ha salido la actual afición de mucha gente por ir al monte a buscar setas? Antes a nadie se le ocurría hacer semejante cosa.

¬Cierto, yo me acuerdo de cuando terminé la carrera y empecé a trabajar en Gran Canaria, en el Cabildo y con Medio Ambiente, hace 26 años. Le preguntaba a gente que trabajaba conmigo, señores mayores en Teror y por esas zonas, y ellos rodeaban las setas cuando las veían en un cercado. Ni siquiera la pisaban. Eran brujillas que aparecían de la noche al día. Y nadie se las comía.

Setas del género Inocybe, típicas de pinar.
¬¿Y por qué esa afición hoy?

–Yo pienso que ha sido sobre todo por los medios de comunicación. Cuando llega el otoño se empieza a decir que “es tiempo de setas”. Y en contra de lo que mucha gente piensa, tenemos muchas setas en el monte, vas por la carretera y las ves.
–¿Hemos pasado del miedo por desconocerlas al atrevimiento creyendo que las conocemos?

–Es tremendo. Y a veces aparecen personas a las que hacen entrevistas en los medios de comunicación aquí en Canarias, que dicen “en las Islas no hay setas venenosas”. Eso no es así, en Canarias sí hay setas venenosas. En Gran Canaria hay al menos ocho especies mortales. Lo que pasa es que son raras de encontrar, son pequeñas, o están en el fondo de un barranco donde nadie va a ir a buscarlas.
–¿Le da tiempo a una persona que se envenena a acudir al médico?

–Estas setas mortales suelen tener, casi todas, el mismo comportamiento, y es que machacan el hígado. Tú te las comes y sigues dos o tres días bien hasta que te empiezan a afectar al hígado, y cuando vas al hospital ya estás bastante mal. Hoy en día te hacen un trasplante.

Criadas de la especie ‘Terfezia pini’, llamadas papas tumba en las medianías del norte de Gran Canaria.
–¿Las setas aparecen siempre asociadas a los árboles? O dicho de otro modo: ¿todo árbol tiene una seta como pareja?

–Hay setas que están asociadas a las raíces de los árboles y setas asociadas a materia orgánica que se descompone en el monte, como una rama que se cae, excrementos de animales y simplemente casi parece que salen del aire algunas, en medio del suelo del monte o en prados. Recuerdo que en Fuerteventura nos decían “¿ustedes no conocen esas criadas que nacen sin turmero (Helianthemum canariensis)?” y los viejillos se meaban de risa con nosotros. Estuvo el turmero allí, lo que pasa que ahora no se ve, pero siempre necesitas un sustento.
–Pero hay setas que son “pareja de”, específicas de determinados árboles.

–Muy específicas, por ejemplo la criada es específica del turmero. En cuanto a árboles, el mejor ejemplo es el níscalo, que necesita pinos. Y los años buenos, de abundante lluvia, no sabemos muy bien por qué, hasta en los parques donde hay pinos, aparecen. Una cosa sorprendente.
–Sí, siempre aparecen, parece que ya vienen “pegadas” en los genes del árbol.

–Viven con las raíces, hay una simbiosis. Todos los años salen, unas veces en poca cantidad y otras son una explosión. Es impresionante la cantidad de kilos de seta de cañaheja, por ejemplo, que se cogen cada año.
–Ha mencionado a las criadas en las islas orientales. ¿Qué las diferencia de las otras setas más comunes (además de nacer en paisajes desérticos)?

–Son hongos en los que su parte fértil está encerrada dentro de esa forma de papa que es la criada. Son hongos ascomicetos, mientras que las setas normales son basidiomicetos en sus clasificaciones botánicas. Y en la época: son más de primavera. La época de las setas es el otoño, normalmente.
–Hablamos de la lluvia como precedente de su aparición, pero también que en Canarias hay setas y hongos todo el año. ¿De qué depende entonces que sea así?

–Depende de la lluvia, primero que nada. Pero si en agosto hay alisio fuerte, los hongos que viven de la madera de los árboles no necesitan lluvia para salir. Lo he Si en agosto hay alisio fuerte, los hongos que viven de la madera de los árboles no necesitan lluvia para salirvisto en Osorio. Y en septiembre, si ha habido aunque sea unos pocos chaparrones, ya empiezan a salir. Tenemos todo el año porque ni tenemos inviernos nevados, ni veranos fuertes en medianías del norte. Aquí puedes coger y comer setas prácticamente todo el año. Nosotros tenemos datos de cantarelas, Cantharellus pallens, hasta el 9 de agosto, cogidos por nosotros. Los europeos se están volviendo locos con este tema y están saliendo páginas en las revistas, italianas o alemanas, de “vamos a Canarias a coger setas”, porque es la repera.
–¿Se puede de decir que hay turismo que viene a Canarias a coger setas?

–Sí. Y se hacen anuncios. Muchos no es que vengan sólo a coger setas, pero aprovechan el viaje. Y también hay un turismo especializado, por ejemplo estos días tenemos con nosotros a un micólogo vasco que estará en Gran Canaria diez días y después sigue para Tenerife. Hay un grupo de cinco a diez micólogos que todos los años van viniendo a las islas buscar setas con nosotros y aprovechamos para hacer propaganda de Canarias, y ellos después se llevan a su tierra esos buenos recuerdos y la experiencia de los ambientes naturales de las islas.
–¿Qué les atrae a ellos de venir aquí, si aquí tenemos las mismas especies que en Europa?

–No es tanto por las setas como por los ambientes donde están: los pinares, el monteverde, la zona baja de cardones y tabaibas, los jables, la distinta época del año… Y siempre en setas hay cosas interesantes para ellos. Muchas setas son las mismas, pero todavía hay mucho que no está estudiado. Y hay especies que ellos no han visto nunca y en Gran Canaria son abundantes, como es el caso de Battarrea stevenii, por ejemplo, que es muy Hay un turismo especializado que aquí encuentra setas como la Battarrea stevenii, que es muy rara en el norte de Europarara en el norte de Europa.
–El recolector de setas suele especializarse en unas pocas que conoce para después comérselas. El micólogo, ¿qué hace con todas las muestras que recolecta?

–Pues las secamos como las que he traído a esta entrevista para que las vean. Una vez que las estudiamos y las tenemos bien determinadas, las secamos y se guardan en el herbario (en nuestro caso, en el herbario del Jardín Canario) y las publicamos para dar a conocer las especies que existen en la isla y ayudar a conocer mejor la biodiversidad que tenemos.
–¿Y no hay momentos para alguna degustación? ¿Al micólogo no le gusta también comerlas?

–La mayoría de los micólogos no se comen las setas. Es curioso. Siempre tenemos una coña, que “la seta que más nos gusta es el ibérico”. Yo creo que es porque cogemos setas para trabajar, y si te pones a cogerlas para comer te vuelves loco y no aprovechas el tiempo.
–Una parte importante del trabajo del micólogo también se realiza con el microscopio. ¿Qué información es la que se obtiene de este modo?

–El microscopio es El microscopio es fundamental porque tienes que mirar las esporas, tienes que mirar estructuras como cistidios y basidios. Pero hoy en día el ADN está desplazando cada vez más a otros métodos de identificaciónfundamental porque tienes que mirar las esporas, tienes que mirar estructuras como cistidios y basidios. Pero hoy en día el ADN está desplazando cada vez más a otros métodos de identificación, lo que pasa es que es caro y hace falta un laboratorio diferente.
–¿En el caso de ustedes, qué hacen si quieren obtener muestra de ADN? ¿Tienen algún convenio?

–En el caso de las criadas, por ejemplo, trabajamos con la Universidad de Murcia. Nosotros recolectamos, hacemos la microscopía, secamos los hongos y les mandamos las muestras a nuestros compañeros de Albacete, que son los que terminan el trabajo en Murcia. Y se han obtenido resultados interesantes: la más común en las islas. Y como hagas el ADN a muchas de las setas canarias las vas a acabar cambiando todas, porque aquí tenemos una separación física con Europa y el norte de África Las criadas, que son del género Terfezia, ya son Terfezia canariensis, un endemismo. Antes se consideraban Terfezia claveryiclarísima de miles años.
–¿Y desde cuando la Terfezia canariensis es tal?

–Desde hace dos años ya se considera endémica y vive en La Graciosa, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. Y ahora vamos a sacar otra cosa interesante a partir de material recogido en Tenerife que hemos enviado a Albacete: la tercera especie mundial de un género (la primera se citó para Sudáfrica, la segunda para la Península Ibérica y la tercera ahora se cita para Canarias), otra criada, pero no Terfezia sino del género Eremiomyces.
–En cualquier caso, a diferencia de otro tipo de flora, en la que Canarias tiene unos índices de endemismos muy elevados para un espacio tan reducido, ¿los hongos son más universales?

–Sí son más universales. Hay más endemismos en los hongos microscópicos y Vamos a sacar otra cosa interesante a partir de material recogido en Tenerife: la tercera especie mundial de un género (la primera se citó para Sudáfrica, la segunda para la Península Ibérica y la tercera ahora se cita para Canarias)en la laurisilva.
–Si retrocediéramos en el tiempo un siglo, ¿cuántos hongos habría entonces en Canarias, teniendo en cuenta la posterior entrada de nuevas especies con las que se ha repoblado montes o ajardinado ciudades?

–Seguramente muchas menos. En La Palma, por ejemplo, esa diferencia no se notará tanto, pero en Gran Canaria seguro que sí. En la Cumbre no podía haber muchos níscalos en los años 50 porque entonces no había pinos allí [que se repobló a partir de aquella fecha]. El propio cambio climático seguramente está influyendo, no lo sabemos bien. Sí puedo contar que en Osorio, por ejemplo, había algunos hongos que hoy han desaparecido por el tránsito de personas en el barranquillo que hay por encima de la Casa de la Finca, donde crecía un Boletus muy bonito, pequeño, que ahora no existe en la Finca. Aunque por otros lados van saliendo otras cosas, de modo que se van añadiendo nuevas especies.
–¿Hay alguna seta de cuya existencia en este archipiélago está convencido, pero aún no ha podido localizar?

–Tuvimos una época, cuando empezamos, en la que íbamos a buscar setas nuevas. Eso nos pasó con las criadas: Pedro Lezcano fue el que nos dijo que “hay criadas de Fuerteventura en Gran Canaria”. ¡Estuvimos diez años buscándolas!. Y le preguntamos ¿dónde, don Pedro? (nosotros le decíamos “don Pedro”). “En Tafira. Porque una señora fue por la imprenta…”, imagina los años que hace de esto, “…y me trajo unas criadas. Yo le dije: ‘Las cogió en Fuerteventura’. Y me dice: ‘Qué va, las cogí en Tafira”. Pues estuvimos ¡diez años! yendo a donde él nos dijo a buscarla, hasta que la encontramos. Y entonces pensamos, “pues si está aquí, está por todos lados”, y efectivamente por toda la isla la hemos encontrado, desde Ingenio hasta Agaete, y en Las Palmas, claro.
–Antes mencionó a las “brujillas”. ¿Se asocia la aparición de setas en Canarias a algún tipo de leyendas de brujas, o de otro tipo, como ocurre en muchos sitios?

–Sí. Aunque conozco muy pocas aquí. Pero sé que en Gran Canaria se asocian a brujas. Pero es porque aparecían de la noche al día.
–Tienen un crecimiento muy rápido.

–Sí. Tan rápido que nosotros una vez, en El Hierro, fuimos al mirador de Jinama y estaba lloviendo a mares. Eran las diez de la mañana y dijimos “aquí no hay quien esté”, así que nos fuimos y al volver a la una ya habían salido champiñones en el mismo sitio.
–…

–Y además de las brujillas, seguramente la falta de costumbre de comerlas también se debió al sustrato de población que vino al principio, tras la Conquista: portugueses, andaluces, que no eran precisamente gente que comiera muchas setas. También hay que pensar en la tala de los bosques, aunque ha habido bosques que no se terminaron de cortar hasta mediados del siglo XX (Los Tilos, Tifaracás). Pero en algunas islas sí se comían: En El Hierro los ‘jongos’ son los champiñones que crecen en los prados de la comarca de Azofa y todo lo que no se come son ‘jongos de burro Y las nacidas en El Pinar se han comido siempre, igual que en La Palma y el norte de Tenerife.
–Que no tienen nada que ver con las criadas, aunque también parecen papas.

–No tienen nada que ver, aunque en Icod a las nacidas las llaman “turmas”. Y las criadas de monte que he traído para mostrar en esta entrevista, son “papas tumbas” de Montaña Alta, es un nombre que tiene por lo menos 300 años y es la especie más desconocida, quizás.
–Pero también es una Terfezia.

–Sí, pero Terfezia pini, aunque va a cambiar de nombre otra vez porque también se ha identificado como endemismo, a falta de confirmación por la Universidad de Murcia que ya las tienen allí.
–Terminamos, un recuerdo dulce.

–Tenemos muchos. Hemos aprendido mucho y sacado adelante muchas especies nuevas, pero sobre todo, estos años de setas nos han dado grandes amistades en todas las islas y hemos conocido a mucha gente: gente como Pedro Lezcano, que fue nuestro primer presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria; la micóloga alemana Rose Marie Dähncke, en La Palma; Mauro Innocenti, un compañero italiano y magnífico micólogo, que por desgracia ya no está con nosotros, y a quien le vamos a dedicar esa nueva especie de criada como Eremiomyces innocentii. Y también hemos conocido otra mucha gente interesante fuera del mundo de los hongos, gente como tú que sales con nosotros y nos cuentas cómo se hace el queso de flor.

Yuri Millares


■ OJO DE PEZ
¡Cuánto aprendimos!

Por TATO GONÇALVES
ELa sesión de fotos con Vicente fue realizada en el estudio, entre recuerdos de charangos y amistades compartidas. Risas, setas, papas crías y tumbas… por cierto, que las papas crías o criadas ya son endemismo canario con el nombre de Terfezia canariensis y las papas tumbas pronto lo serán como Eremiomyces innocentii.

Vía: Pellagofio, 07/03/2014
F:http://pellagofio.es/entrevistas/10286/

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